Así es la vida, con sus penas, alegrías y con todas sus injusticias. Pero nada es completamente malo, pues aún con todo lo sufrido, son experiencias que habremos ganado.―Es gracias a todo lo malo que vivimos que logramos aprender a enfrentar los retos de la vida. Dentro de cada persona está su luz interior, esa que nos llevará a tomar la vida en la dirección correcta.Sólo con los años se aprende que nada es lo que parece.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
sábado, 16 de noviembre de 2013
viernes, 15 de noviembre de 2013
miércoles, 13 de noviembre de 2013
lunes, 11 de noviembre de 2013
domingo, 10 de noviembre de 2013
sábado, 9 de noviembre de 2013
viernes, 8 de noviembre de 2013
jueves, 7 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
Dale tiempo a Dios
Si estas angustiado, preocupado, agotado y tal vez desesperado por uno o varios problemas y ves que tu única salida, es que Dios intervenga. Ten cuidado de no ser demasiado insistente, porque a veces en nuestra insistencia no nos damos cuenta de que Él nos esta respondiendo pero de una manera distinta a la que esperábamos.
Algunos creen que orar significa pedir y pedir, seguir insistiendo, rezando y rogándole al Señor con infinidad de palabras, como si tratáramos de convencer a Dios. Otros levantan la voz, como si Dios fuera sordo y como si ante su gran determinación evidenciada por el volumen y el tono de su voz, Dios estuviera obligado a responderles.
Este tipo de oración no demuestra que tengamos mucha fe, ni confianza en que Él va a respondernos. Al contrario, pone de manifiesto nuestra incredulidad.
Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es creer, y esperar con fe.
¡Espera que Dios te responda! La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!
¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o exigirle a Dios?
Es estar en comunión con Él, esperando con fe, que Su respuesta en algún momento llegará.
Una vez que hayas hecho tu petición tomate el tiempo necesario para escuchar. Quédate en silencio y deja que Él te hable.
Aquellas cosas que consideras tus propios pensamientos, quizás sean la suave voz de Dios. Si es Su voz, lo sabrás rápidamente porque vendrán a tu mente soluciones e ideas que jamás hubieras imaginado.
A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón con mis dos manos y lo elevo hacia el Señor. Yo se que Él me entiende.
A veces no oro con palabras. Mi espíritu se postra a Sus pies, y con Su mano sobre mi cabeza, nos comunicamos en dulce silencio.
A veces no oro con palabras. Estoy cansado, y mi corazón encuentra todo lo que anhela, reposando y descansando en Su presencia.
Si has orado por mucho tiempo y no has recibido respuesta a tus peticiones. Si sientes que los cielos están cerrados y que Dios no te escucha, tengo una buena noticia para ti: Todo ruego, toda petición realizada con sinceridad y con fe a nuestro Padre Celestial no será ignorada y a Su tiempo, será respondida. Es en estas situaciones donde debemos confiar en que Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a su tiempo sabremos y entenderemos.